Filosofía
La filosofía de trabajo en la osteopatía se basa en varios principios fundamentales que guían la práctica y el enfoque del osteópata en la atención a las personas. Estos principios se centran en la idea de que el cuerpo humano tiene una capacidad innata para recuperarse a sí mismo y que la estructura y la función del cuerpo están interrelacionadas.
El cuerpo es una unidad: integrada en la que todas las partes están interconectadas y se influyen fuertemente.
La estructura gobierna la función: Los huesos, los músculos, los órganos y los tejidos conectivos, tiene un impacto directo en su función. Un equilibrio y una movilidad adecuada en las estructuras corporales son necesarias para el funcionamiento óptimo del cuerpo.
La ley de la arteria es suprema: Esta idea se refiere a la importancia del flujo sanguíneo y adecuado para el bienestar. Hay que mantener un entorno circulatorio equilibrado para que los tejidos reciban los nutrientes necesarios y se eliminen los desechos metabólicos.
El cuerpo tiene mecanismos de autorregulación y recuperación: Se considera que el sistema nervioso, el sistema inmunológico y otros sistemas internos tienen la capacidad de mantener el equilibrio cuando se les brinda el entorno y el apoyo adecuado.
Atención individualizada: Cada persona es única, por lo que la osteopatía se basa en un enfoque individualizado para cada persona. Se tienen en cuenta las necesidades específicas de cada persona, y se busca identificar y cuidar las causas subyacentes de los problemas.
En resumen, la filosofía de trabajo en la osteopatía se basa en la comprensión de que el cuerpo es una unidad interrelacionada, con una capacidad innata para recuperarse a sí mismo. Yo como osteópata y quiromasajista busco restaurar el equilibrio y la movilidad adecuada en el cuerpo para promover el bienestar general de cada persona.
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